Nombre | Añada | D.O. | Stock | Precio | |
Cabras Pintás Rufete |
2012 | D.O.P. Sierra de Salamanca |
7,05 € |
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8 Vírgenes Serranas |
2018 | D.O.P. Sierra de Salamanca |
11,09 € |
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La Zorra |
2017 | D.O.P. Sierra de Salamanca |
14,16 € |
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Raro |
2014 | D.O.P. Sierra de Salamanca |
14,16 € |
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575 Uvas Ecológico |
2014 | D.O.P. Sierra de Salamanca |
19,80 € |
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La Vieja Zorra Selección Especial |
2016 | D.O.P. Sierra de Salamanca |
21,30 € |
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La Moza |
2014 | D.O.P. Sierra de Salamanca |
21,30 € |
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Phinca Durmiente Rufete & Blanco |
2011 | D.O.P. Sierra de Salamanca |
29,50 € |
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1.- Los viticultores de la zona han buscado desde hace siglos las laderas mejor orientadas que frecuentemente han coincidido con las de mayor pendiente. Esto permite una buena insolación, mejor aireación e impide la erosión. Los viñedos de la D.O.P. son muy viejos: el 50% de las parcelas tiene más de 80 años, muchos de ellos centenarios; el 80 % tiene más de 50 años. Esta longevidad permite obtener una producción por hectárea menor y constante año tras año, asegurando la calidad de la cosecha. Además, la dificultad de mecanizar el cultivo (debido al estrecho marco de plantación tradicional) implica una buena conservación de las estructuras del suelo, garantizando la buena conservación del viñedo y calidad de la uva.
2.- Los rendimientos máximos permitidos son extremadamente bajos si tenemos en cuenta la densidad de plantación tradicional de la zona: 4.400 plantas por hectárea.
Esta densidad elevada refuerza la competencia entre cepas y da lugar a producciones de uva muy bajas. Este marco de plantación (1,5m x 1,5m) se sigue manteniendo hoy en día por la gran calidad de la uva que se obtiene.
3.- Las variedades tintas utilizadas para vinificación son: Rufete, Tempranillo y Garnacha Tinta. Estas tres variedades están perfectamente adaptadas al terruño de la DOP, siendo los viticultores de la zona los que a lo largo de muchos siglos han elegido los mejores terrenos para cultivarlas.
4.- La Rufete es la uva autóctona de la zona, estando perfectamente adaptada a los suelos ácidos y los factores climáticos de la zona. Los viticultores de la Sierra de Salamanca han defendido desde hace siglos el potencial vitícola y enológico de esta especial variedad.
5.- La Tempranillo y la Garnacha Tinta de la zona tienen características organolépticas que las hacen fácilmente diferenciables de las de otras zonas debido al proceso de adaptación al territorio y la forma de cultivo.
6.- Para vinificación en blanco se usan las variedades Moscatel de grano menudo, Viura y Palomino fino, variedades perfectamente adaptadas a la zona, con presencia en los viñedos de la Sierra desde hace siglos.
Datos de la zona geográfica.
1.- Las condiciones naturales de la zona de elaboración, relacionadas con la orografía, el clima y condiciones edáficas, permiten un desarrollo óptimo del viñedo, perfectamente adaptado a lo largo de los años.
2.- La zona se caracteriza por una orografía tortuosa a la que se adaptan las parcelas de viñedo dispuestas en bancales en las laderas sobre el río Alagón y sus afluentes. Estas características orográficas son más marcadas hacia el noroeste de la zona, siendo las pendientes más suaves en el sur. El cultivo en bancales en fuertes pendientes asegura una buena insolación de las cepas, siendo el Índice Heliotérmico de Huglin medio en la zona de 2500; obteniendo índices de madurez propios de uva de calidad.
3.- Las formaciones rocosas de la zona son metamórficas, al oeste y plutónicas, al este. Entre las primeras destacan las pizarras arcillosas de ligero metamorfismo de color verde grisáceo que se atribuyen al Cámbrico. Los suelos de la zona, a diferencia de la generalidad de las comarcas vitivinícolas de Castilla y León, tienen carácter ácido. La textura es mayoritariamente franco-arenosa, muy adecuada para el cultivo de la vid. En la zona noroeste la textura es franco-limosa, donde la orografía es más marcada, y en el sur, donde hay una menor pendiente, la textura es limosa. La diferenciación a efectos texturales entre la zona granítica y la pizarrosa es alta. En la primera predominan el limo y la arena fina y en la segunda prevalece la arena gruesa.
4.- El clima es mediterráneo, con inviernos relativamente cortos y no muy fríos y veranos largos, calurosos y secos.
Se caracteriza por unas abundantes precipitaciones en otoño y primavera, con valores superiores a los 1.000 mm anuales, que compensan la baja capacidad de retención de agua de los suelos.